OpenAI y Anthropic barajan usar dinero de inversores para afrontar demandas: señal de riesgo jurídico creciente en la IA

OpenAI y Anthropic estudian reservar parte del capital aportado por inversores para cubrir o cerrar demandas potencialmente multimillonarias, según ha adelantado la prensa económica de referencia. La noticia importa a mercado porque traslada el riesgo legal (litigios por copyright y daños) al corazón del “cap table” (estructura de capital) de los líderes en modelos fundacionales, con posibles efectos en valoraciones y rondas futuras.

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De acuerdo con informaciones publicadas esta mañana, las coberturas tradicionales de seguros no alcanzarían para los escenarios de reclamaciones más severos. En el caso de OpenAI, se cita un tope de cobertura de hasta 300 millones de dólares, claramente por debajo de las cifras que se manejan en pleitos industriales de gran escala. Anthropic, por su parte, ya ha pactado un acuerdo por 1.500 millones de dólares con colectivos de autores, lo que refuerza la tesis de que el sector busca salidas financieras “a medida” ante un riesgo todavía difícil de asegurar.

Para lectores novatos: cuando hablamos de “captives” (aseguradoras cautivas), nos referimos a vehículos propios de una empresa para autoasegurarse riesgos que el mercado tradicional no cubre bien. Y “GPAI” (modelos de propósito general) son sistemas como ChatGPT o Claude que sirven para múltiples tareas y, por ello, exponen a sus desarrolladores a demandas más variadas (p. ej., derechos de autor, privacidad, difamación).

Implicaciones de trading: sesgo de riesgo a la baja en nombres expuestos a litigios de IA y a prima de financiación (coste del capital) más alta si parte del dinero de inversores debe inmovilizarse como “fondo de litigios”. Vigilar proveedores de chips y socios cloud: un aumento de costes legales podría empujar a priorizar eficiencia de cómputo, beneficiando a quien reduzca TCO (coste total de propiedad).

Próximas semanas: foco en calendario judicial de grandes casos de copyright y en respuestas regulatorias (ley de IA en la UE y guías de cumplimiento). Si se generaliza el uso de “captives” o fondos específicos anti-litigios, el mercado podría recalibrar múltiplos del sector, diferenciando entre quien tenga “colchón legal” y quien no.